- Este 29 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Psoriasis, enfermedad que afecta a 125 millones de personas en el mundo y en el caso de Chile, a unas 200 mil personas.
- Hoy en día, los pacientes afectados por psoriasis no pueden acceder a terapias ni a tratamientos de alto costo, ya que la patología no está considerada en la Ley Ricarte Soto.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que ha sido considerada por años como una patología estética. Pero es mucho más que eso, ya que, puede comprometer otros órganos y estructuras del cuerpo, pudiendo llegar a ser muy limitante para los pacientes. El 30% de quienes la padecen tiene compromiso articular que puede ir desde una inflamación de la articulación hasta deformaciones en dedos o incluso la columna, generando en algunos casos una invalidez prematura. También en algunas personas se puede presentar mayor riesgo de infarto agudo al miocardio, mayor incidencia de hígado graso, presión alta, diabetes mellitus, resistencia a la insulina, entre otras enfermedades metabólicas.
Dada la condición crónica de la patología, la carga de la enfermedad para aquellos que la padecen es muy grande, impidiendo en muchos casos el desarrollo de una vida normal: desde el punto de vista físico, emocional, laboral y social.
Sobre la realidad en Chile, la doctora Claudia de la Cruz, directora de la Clínica Dermacross y directora del International Psoriasis Council, afirma que “En el país, al igual que en otros, durante los últimos 20 años la psoriasis ha evolucionado en dos grandes aspectos: El primero, en relación al enfoque, ya que no es considerada sólo como una enfermedad estética sino como algo crónico. Lo segundo, la aparición de las terapias biológicas que han sido la gran revolución en cuanto a tratamiento, ya que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes de forma significativa”.
Sumado a lo anterior, la doctora De la Cruz, complementa que la gran deuda de Chile con las personas que padecen de psoriasis no son los tipos de tratamientos, sino el acceso a ellos “Desde hace ya varios años, disponemos de excelentes alternativas de tratamiento para el control de esta enfermedad, tanto para casos moderados como severos. Sin embargo, su alto costo las hace inaccesibles para la mayor parte de nuestra población, ya que no son cubiertas por el sistema público de salud. El sistema privado, en contadas ocasiones, otorga cobertura. En países desarrollados estas terapias biológicas son de primera línea y en naciones vecinas como Argentina, Perú, Brasil, Guatemala, Colombia y Uruguay, sí existe cobertura para pacientes con psoriasis”.
Es importante mencionar que, en el año 2014, la Organización Mundial de la Salud solicitó a sus Estados miembros hacerse cargo de esta enfermedad, en cuanto a estudio y tratamiento. Sin embargo, Chile, a pesar de ser considerado por el Banco Mundial como un país de alto ingreso económico, no ha presentado mayores avances, ya que sólo las personas que padecen de una artritis psoriásica pueden acceder a beneficios para costear su tratamiento. Cabe mencionar que, aproximadamente un paciente de manera mensual requiere de seiscientos mil a un millón de pesos para costear sus terapias.
MIRADA DE LOS PACIENTES
Felipe Pérez de 38 años de edad, padece de psoriasis desde el 2002, comenta que “Lo peor de la psoriasis, es que uno debe asumir que vivirá con ella toda la vida, tomando en cuenta que existen periodos muy buenos sin lesiones y periodos muy malos con gran parte del cuerpo comprometido y todas las molestias que con ello derivan, como la picazón, la descamación, molestias para dormir, entre otros. Considero que uno de los grandes desafíos está en el Estado. Necesitamos contar con una garantía como la del tipo GES o la Ley Ricarte Soto, la cual nos permita a todos los pacientes optar a los tratamientos más avanzados e indicados internacionalmente. De esta manera, mejorará nuestra calidad de vida tanto en lo social, laboral y mental”.
Liz Méndez oriunda de Venezuela, tiene 33 años y padece la enfermedad desde los 20. “Para mi, el mayor impacto ha sido en la autoestima, sobre todo cuando tengo episodios de crisis que me afectan la cara y me da vergüenza salir a la calle, e incluso he tenido que abandonar oportunidades laborales a causa de las placas y manchas que aparecen en mi piel. Por otro lado, desde que estoy en Chile tuve que abandonar mis tratamientos ya que acá son muy difíciles de acceder y hasta ahora sólo he podido aplicarme ungüentos que alivian momentáneamente, pero no logran controlar la enfermedad definitivamente”.
Finalmente y con el objetivo de visibilizar no sólo la patología, sino también las consecuencias que produce la enfermedad en quienes la padecen, la Dra. Claudia de la Cruz, se encuentra impulsando la campaña digital #Tratandolapsoriasis, donde los pacientes y su red de apoyo, pueden acceder a información detallada acerca de la enfermedad en www.lapsoriasis.cl.